Pocas fueron las Casas Reales europeas que se salvaron de tener un escándalo que los lleve a ser los protagonistas de los tabloides a nivel mundial, más si de un divorcio se trata. Aunque, ahora podrían sumarse más integrantes de las Familias Reales, como, por ejemplo, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, fueron la Infanta Elena con Jaime de Marichalar y Lady Di con el Príncipe Carlos quienes sentaron precedentes en materia de separación.

La disolución legal para los "Royals" no es un asunto que reciba el mismo tratamiento que para el resto de los mundanos que no poseen "sangre azul", pues el divorcio conlleva un sinfín de problemas a niveles político, social y, sobre todo, religioso. Lo cierto es que, cuando el amor ya no existe es mejor tomar el mejor de los caminos en particular, por la tranquilidad de la dinastía.

Divorcios que pasaron a la historia en las Familias Reales

Los padres de Victoria Federica y Froilán contrajeron matrimonio el 18 de marzo de 1995 en el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla; estuvieron juntos 12 años, pero algo se rompió entre ellos y fue irreparable. Ante esta situación la Casa Real anunció el "cese temporal de su convivencia matrimonial" en el año 2007 y, finalmente, los abogados que los representaban comunicaron el divorcio el 25 de noviembre de 2009.

El 21 de enero de 2010 el acuerdo de divorcio de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar fue inscrito en el Registro de la Familia Real. En la actualidad la hermana del Rey Felipe y su exmarido mantienen una relación amena y cortés por Victoria Federica y Froilán que son las luces que iluminan su sendero.

Otra de las separaciones más complejas de las Casas Reales europeas fue la de Lady Di con el Príncipe Carlos, eso sí, no es un secreto para nadie que la relación de los padres de Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex habría comenzado con el pie izquierdo debido a que el hijo de la Reina Isabel siempre habría tenido a otra mujer en su mente y corazón, su segunda esposa, Camilla Parker-Bowles.

En el año 1981 Lady Di se convirtió en una de las personas más famosas del mundo tras el anuncio del Palacio de Buckingham de su compromiso con el Príncipe Carlos; la boda se llevó a cabo el 29 de julio del mismo año en la catedral de San Pablo de Londres y para el año 1995 los rumores de separación ya ocupaban gran parte de la agenda mediática del Reino Unido, en el año 1996 Diana de Gales y el heredero a la Corona británica pusieron el punto final legal a su historia.