Karlos Arguiñano es uno de los cocineros favoritos de la televisión, aunque mucho se destaca por sus comidas, recetas y fabulosos restaurantes. Sin embargo, esta vez toma protagonismo la menor de sus hijos, Amaia Arguiñano, con un secreto que podría explicar varias cosas.

Karlos Arguiñano ha tenido siete hijos en total y Amaia es la última en su lista. De profesión ingeniera, creció con el don de su padre para la elaboración de riquísimas comidas y, de paso, conocer esos trucos que muchas veces se nos escapan en la televisión.

Un truco infalible

El popular dicho que dice “casa de herrero, cuchillo de palo” no se aplica en la familia de los Arguiñano. En los recuerdos de Amaia, toda la vida se ha cocinado de una sola manera y esa fórmula es la misma que se ha replicado en los exitosos restaurantes.

Cocina sencilla, casera y normal. Lo que toda la vida se ha comido en mi casa.

Confesó Amaia Arguiñano para la revista “On”. Además, la hija del cocinero promocionó su negocio “Bodega K5”. Allí, se sincera no solo con los valores aprendidos en casa, sino también con su producto estrella de su propio emprendimiento: un vino seleccionado con las mejores uvas de su propia cosecha.

Cultura del trabajo

La hija de Karlos Arguiñano confiesa que desde niña aprendió la importancia de cultivar un saludable hábito de trabajo. Trabajar en el restaurante de su padre durante el día y estudiar ingeniería por las noches formaba parte de su rutina.

Hoy el nombre de Amaia Arguiñano va más allá del vínculo que tiene con el chef profesional. Es su hija y sabe que tiene ciertas ventajas, pero también obstáculos que saltear. Se dedica a su propio negocio e intenta llevar siempre presente el legado que aprendió en su propio hogar.