No es un secreto que Raphael (79 años) y Natalia Figueroa (83 años) conformen uno de los matrimonios más estables del panorama nacional y es que ambos han demostrado públicamente que lo más importante en una pareja, además del afecto y el cariño, es la comprensión mutua, una cualidad que les ha permitido celebrar sus ansiadas Bodas de Oro el pasado año 2022.

El cantante y la escritora se unieron en nupcias el 14 de julio de 1972 en la iglesia San Zacarías, Venecia, ya que ambos consideraban que si la celebración se llevaba a cabo en la ciudad de Italia podían evitar la presencia de los paparazzis, reporteros y profesionales de la comunicación en general, algo que, por supuesto, no ha salido como querían y el evento adquirió carácter público en cuestión de horas.

El análisis de Pilar Eyre deja sin palabras a Raphael y Natalia Figueroa

El enlace de Raphael y Natalia Figueroa fue un tanto atípico, de hecho, ni siquiera hubo pedido de mano por parte del intérprete de "Escándalo". La misa fue oficiada por un sacerdote que viajó exclusivamente desde México y en los festejos no hubo baile, solo fue una cena en la terraza del reconocido hotel Danieli donde ambos disfrutaron de todos los testigos de su amor. Pronto llegaron sus hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel Martos y la familia se agrandó inevitablemente.

Lo que a Pilar Eyre le llama la atención no es el secreto de mantener una matrimonio estable, sino cómo dos personas de mundos totalmente diferentes pueden fusionar a la perfección como un binomio indisoluble. Con tan solo diez años Raphael debió salir a la calle para ganarse la vida, mientras que a esa misma edad, la madre de sus hijos disfrutaba de los beneficios de formar parte de uno de los linajes aristocráticos más importantes del país.

Pero no solo en este sentido eran diferentes, Pilar Eyre recuerda una revelación que Natalia Figueroa hizo en el pasado. Al parecer, la primera cita fue todo un fiasco: "Fuimos a cenar y Raphael me dijo que tenía una casa en Marbella, pero que no iba nunca porque no le gustaba el sol, ¡horror!, estuve a punto de levantarme, si el sol es lo que más me gusta del mundo".

¡Horror!, estuve a punto de levantarme.

Contra todo pronóstico el artista y la escritora iniciaron su relación, pero, poco a poco, la agitada vida del oriundo de Linares como cantante ha llevado a que en muchas ocasiones se replanteen su futuro. Lo cierto es que es evidente que esto no ha sido suficiente para que no den riendas sueltas a su amor: "Me di cuenta de que nunca iba a encontrar un hombre mejor que Raphael, que me apoyara, respetara mi trabajo, que me estimulara... Que me hiciera sentir libre", aseguraba Natalia Figueroa; él por su parte, ratificó sus palabras: "Con nadie me lo pasaba mejor que con Natalia, hablábamos, reíamos, y al final decidimos que queríamos compartir nuestra vida para siempre. No éramos unos chiquillos, fue un compromiso serio, casarnos y tener hijos".

Natalia era una mujer libre

En su juventud, Natalia Figueroa se autopercibía como una jovencita bastante diferente a las de su época. Mientras todas anhelaban casarse, ella solo quería escribir y formarse como profesional: "A ver, yo era enamoradiza y tenía novietes, pero nada serio, porque no quería casarme, no quería perder mi libertad. Salía, entraba, iba de fiesta hasta el punto de que me llamaban 'la coctelera de Madrid'".