Bernardo Pantoja ha fallecido, cambiando por completo el tablero de ajedrez de toda la familia. Lo que ocurre es que Bernardo vivía en una propiedad que pertenece a Isabel Pantoja. Esa vivienda está ocupada ahora por Junko, la viuda del reciente fallecido.

Junko en la mira

En “El programa de Ana Rosa”, la periodista Beatriz Cortázar aportó información que, por ahora, pondría en una situación muy complicada a Junko. Aparentemente, la tonadillera querría recuperar su casa, pero tendría que expulsar a la viuda de su hermano de forma inmediata.

Tal parece ser que el propio Bernardo Pantoja no solucionó sus asuntos en vida, poniendo en una situación incómoda a Junko quien ahora deberá dejar la vivienda. Supuestamente, la cantante de “Marinero de Luces” usaría el dinero para solventar algo de las deudas.

Junco era conocedora y no se ha enterado de repente de la sorpresa de que la casa no es de Bernardo.

Asumió Cortázar, aunque los propios colaboradores han asumido que la venta de la propiedad no serviría para apalear las deudas que Isabel Pantoja tiene. Incluso ni con la venta de Cantora la tonadillera podría hacerle frente.

Ni con cien Cantoras

Hace tiempo que las deudas atormentan la vida de Isabel Pantoja. El fallecimiento de su hermano habilitaría la propiedad, pero muchos piensan que sería totalmente injusto con Junko, quien ha permanecido a su lado durante veinte años.

Los periodistas afirman que Isabel Pantoja debe comunicarse de forma amistosa con la viuda de su hermano para transmitirle esta noticia. La decisión aún no está tomada, pero a juzgar por el temperamento de la sevillana, a Junko le quedan los días contados.